Desde 1978 hasta 2001, la Bagger 288 fue utilizada en la mina de Hambach. Después tuvo que ser trasladada a otra explotación situada a 22 kilómetros, la mina de Garzweiler. Renania del Norte-Westfalia concentra las mayores minas a cielo abierto del mundo y aunque la mina de Hambach había sido agotada, la excavadora podía seguir funcionando en un emplazamiento cercano. Tras su fabricación, la vida útil de la Bagger 288 se había estimado en 40 años, tiempo suficiente para amortizar los 100 millones de dólares invertidos en su construcción. El traslado a través del paisaje alemán dejó las imágenes más extraordinarias de este coloso.
Su escala, adecuada a las vastas explotaciones de carbón, se mostró desmesurada en su encuentro con objetos cotidianos: coches, camiones, casas e incluso carreteras y ríos. El viaje de poco más de veinte kilómetros duró casi tres semanas. Costó 7,6 millones de Euros y exigió la implicación de un equipo de 70 personas. El lecho del río Erft fue rellenado con arena y grava para permitir el paso de la excavadora, después de colocar unos tubos por donde pasara el agua, y se utilizaron 200.00 metros cúbicos de áridos para nivelar el camino que la máquina debía recorrer. Atravesó carreteras, autopistas y vías férreas antes de alcanzar la mina de Garzweiler.